Fe y Relaciones

Fe y Relaciones

Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.
Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería. Lucas 17:4-6.

Muy pocas veces los discípulos pidieron algo a Jesús. De repente un pedido inesperado; Señor, enséñanos a orar. En este texto, otro pedido sorprendente; Señor auméntanos la fe. Sin duda, muchas cosas que hemos recibido de parte de Dios ha venido por añadidura pero la fe es el firme fundamento en la vida de un cristiano. Es sobre ella que será edificado el edificio de Dios. En este texto Jesús usa dos palabras claves, mar y sicómoro. La palabra mar podemos traducirla por inestabilidad. Sicómoro es un árbol muy alto, puede alcanzar los treinta metros de alto, sus raíces son muy profundas y sobreviven al clima árido y cálido. Si nos fijamos en el contexto de este texto, vamos a notar que Jesús habla de relaciones y perdón. Delante de la necesidad de relacionarse teniendo como base el amor y el perdón, los discípulos se sintieron impotentes y pidieron a Jesús que les aumentasen la fe. Impactado por las miradas asustadas, Jesús les conforta diciendo que una pequeñita actitud de fe, haría que el sicómoro se echara al mar.

Aplicando este mensaje en nuestra vida práctica, puedo decir que los sicómoros pueden ser traducidos por decepciones, abandonos, indiferencia, sentimiento de venganza. Entre otras cosas, son factores que amenazan nuestras relaciones interpersonales. Estos sentimientos cuando no tratados, crecen tanto y crean raíces tan profundas, que difícilmente podrán ser arrancados. Cuando salen de la atmosfera de los sentimientos y se vuelven en prácticas, pueden destruir la más consolidada relación. Las consecuencias serán devastadoras. La peor de ellas es que nuestros corazones se transformaron en tierra seca e infructífera, un lugar adecuado para que crezcan los sicómoros. ¿Hay solución para este mal? ¡Sí, claro que sí! La biblia dice en Miqueas 7:18-19 que Dios volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. ¿Dónde Dios echará nuestros pecados? ¿Comprendes lo que quiero decir? Por la fe y el perdón podemos deshacernos de todas estas amenazas. Si actuamos así, nuestra fe será aumentada, mantendremos encendida la llama de la amistad y el amor vencerá. Nuestras relaciones se transformaran en fortificaciones que jamás serán derribadas.

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José Dalmo Norberto y su esposa Luiza Norberto, empezaron sirviendo a Dios en el año 1993 en la Iglesia Evangélica “Comunidade Cristã de Ribeirão Preto” en Brasil, seis años más tarde fueron ordenados como pastores de la comunidad. Él fue el responsable del grupo de hombres y ella de las mujeres, un trabajo que hasta hoy ha dejado huellas en la vida de muchas personas. Además, el perfil misionero del matrimonio ofreció la apertura de algunas iglesias en su país de origen. En el año 2011 fueron enviados a Valencia como misioneros, donde se suman al equipo pastoral local para la edificación de la iglesia española.

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